Nada importa realmente... o todo importa demasiado. No importa lo que pensas, hasta que decidís decirlo, hasta que decidís hacerlo. Nunca falta una mala interpretación, un malentendido, y mientras tratas de explicarte, parece que todos se tapan los oídos porque en realidad no te quieren entender. Y así vas creciendo, así te das cuenta que no vale la pena explicarte, igualmente siempre va a estar mal. Y vas eligiendo, separando, atrapando, haciendo todo tuyo, cada parte que te gusta es ahora t...